Yui Makino dejó encantados a los fans que tuvieron la suerte de verla en su gira por Europa.
La primera parada de Yui Makino en su gira europea 2010 fue Roma, donde actuó bajo la tutela de la Japanese Culture Institute and Romics on Tour. Antes del concierto, se podían ver a varios cosplayers alrededor del club, esperando a que se abrieran las puertas. En el escenario había un piano negro y en las pantallas que lo rodeaban se estaba emitiendo el videoclip de Fuwa Fuwa.
A las 10 de la noche se anunció la tan esperada entrada en escena de la vocalista y, tan pronto como llegó, los vítores resonaron por toda la sala. Yui llevaba un vestido rojo precioso. Se sentó al piano con paso tímido y se dispuso a tocar la primera canción de la noche: You are my love, que dio el tono de la que sería una velada tranquila y apacible. La segunda pieza fue Modokashii sekai no ue de, para la que dos figuras más acompañaron a Yui: la de un guitarrista y la de un violinista que interpretarían más de un tema con ella. El escenario estaba inundado de la luz roja de los focos y la cantante sonreía y se balanceaba tocando el piano con desenvoltura. Al final de la canción el público le aplaudió y ella hizo una reverencia.
Entonces la artista alzó un trozo de papel que tenía preparado en el suelo y empezó a hablar en italiano, para asombro de sus fans. “Buenas noches a todos. Me llamo Yui Makino. Encantada de conoceros. Me alegra estar con vosotros esta noche. Muchas gracias”. A estas palabras siguieron más aplausos y Yui prosiguió con un tercer tema: Nidome no hatsukoi. El escenario quedó inundado de humo y unos focos azules iluminaron a Yui mientras ésta recorría el escenario, sonriendo al público que la seguía con la mirada. Al final de la canción, hubo una oleada de aplausos.
El guitarrista ocupó su puesto en el piano y tocó junto con la cantante la canción Euphoria, una canción más lentita con la que todo el mundo se relajó. Pero Euphoria solo era el preludio de Undine, canción con la que el escenario se tiñó de luces azules y moradas. La voz de Yui era aguda, dulce y delicada; se ajustaba perfectamente con el tono de luces que la envolvía. El color azul dio paso al rojo, y sonaron las primeras notas de la siguiente canción: Ao no kaori. Dio las gracias al público y cogió el papel una vez más: “¿Sabéis quién soy?” preguntó en italiano; la multitud respondió “¡Sí!” Repitió la pregunta dos veces más y dio las gracias al público. “Mi apodo es Yucchi. Así que llamadme: ¡Yucchi!” Sus fans gritaron su nombre casi al instante y Yui volvió a darles las gracias, alzando un brazo al aire y dando pie a la siguiente canción.
Su último single, Fuwa Fuwa, fue recibido con gran entusiasmo. Yui sonreía mientras instaba al público a levantar los brazos, y todos empezaron a picar de manos al ritmo de la música. La artista fue de un lado al otro del escenario saludando a todo el mundo y el guitarrista y el violinista hicieron otro tanto de lo mismo. Yui gritó “¡Gracias!” y volvió a sentarse al piano; ya estaba a punto de empezar a tocar cuando un fan gritó su nombre; ella se rio y le pidió que volviera a repetirlo antes de empezar a cantar Haru machi kaze.
El público volvió a aplaudir y ella nos correspondió con una sonrisa. A ésta, le siguió Yokogao con una lenta intro de piano que captó la atención de la masa en cuestión de segundos: la voz de Yui lo sumió todo en una atmósfera tranquila y relajada. Después hubo una pequeña pausa que no se hizo esperar demasiado, pues pronto sonó Cluster y Yui se levantó y se dirigió al centro del escenario para alentar al público a que levantara los brazos. La cantante se había soltado y tenía mucha más confianza que al principio del concierto: cantó al filo del escenario, sin dejar de sonreír e interactuando con los fans. Después, el intérprete de Yui hizo acto de presencia en el escenario y nos tradujo un mensaje de parte de la cantante.
Yui manifestó su intención de lanzar un nuevo álbum antes de finalizar el año, y también dijo que algunas de esas canciones sonarían en exclusiva esa misma noche. Es más, prometió a todos sus fans que haría lo imposible por volver a Italia. Y después de este corto MC, empezó a tocar su siguiente canción: Caro mio ben, una canción tradicional napolitana – estilo que la cantante estudió durante su etapa universitaria-. Yui tocó y cantó este tema sola, en perfecto italiano.
La última canción de la noche empezó tras una pequeña pausa que permitió al guitarrista y al violinista tomar asiento en el escenario. Amrita fue recibida con gritos de entusiasmo. Antes del último estribillo, Yui nos presentó a los artistas que habían tocado con ella y acabó la canción saludando y dando las gracias a todo el mundo. El público pidió un encore, como era de esperar, y no habían pasado ni tres minutos cuando la cantante volvió a salir al escenario para interpretar Yume no tsubasa, la, esta vez sí, última canción de la noche. Al final, un representante de Romics On Tour le dio un ramo de flores que Yui aceptó tímidamente, despidiéndose de todos antes de abandonar el escenario.
Sin lugar a dudas, este inesperado concierto de Yui Makino fue recibido con el éxito que merecía gracias a su increíble habilidad como cantante. Los fans quedaron encandilados con su voz e incluso aquellos que solo fueron a verla por curiosidad, quedaron francamente impresionados.
Lista de canciones:
01. You are my love
02. Modokashii sekai no ue de
03. Nidome no hatsukoi
MC
04. Euphoria
05. Undine
06. Ao no kaori
07. Fuwa Fuwa
08. Haru machi kaze
09. Yokogao
10. Cluster
MC
11. Caro mio ben
12. Amrita
EN01. Yume no tsubasa
