ATTA es como el hippie bohemio de arriba: raro, pero agradable.
Entre las muchas artistas de Japón, UA destaca por ser simplemente ella misma. Apenas se maquilla, suele ir descalza y su música refleja este espíritu natural y libre. Su voz y sus composiciones a menudo se comparan con las de Björk, sobre todo por su estilo a la hora de cantar y su eclético uso del sonido. El último álbum de UA, ATTA, contiene música jazz, soul y electrónica y en el queda reflejada la confianza de una artista que ha estado triunfando durante toda una década.
ATTA se abre con Ai no shinro, una bonita y lenta pieza que sumerge a los que la escuchen en el incomparable mundo de UA. Su voz es rica y vibrante y enseguida nos damos cuenta de que es una experta en la mezcla de piano, guitarra, cuernos y batería para crear efectos de sonido increíbles. La tercera canción del álbum, Purple Rain, destaca por su introducción, parecida a la de un canto gregoriano. El opening de coral se disuelve para dar paso a una melodía digital, dotando a la pieza de un tono disonante pero seductor.
La influencia de Calypso se percibe fácilmente en KOSMOS. UA empieza cantando claramente, con una voz muy femenina, pero pronto su voz gana en profundidad a medida que los cuernos y la batería irrumpen en la canción. Es una canción que no desentonaría en ninguna playa caribeña. Otra canción que hace uso de la percusión exótica es la número diez, Kaibutsu, en la que también podemos escuchar bongos y maracas. Aunque el clarinete se escucha en más de una canción, Reveilles-toi! mezame yo es la que mejor lo expone. El tañido de la guitarra y su suave voz lo subrayan las florituras de un clarinete encantador. Pero aún mejor es oír como arrastra palabras en francés durante toda la canción y, si escuchas atentamente, oirás también los murmullos aislados de una voz masculina repitiendo “reveilles-toi”. Situado justo en el medio del álbum, Reveilles-toi! Mezame yo es un maravilloso regalo para los oídos y una de las mejores canciones del disco.
El álbum finaliza con Tokimeki, una canción surrealista y extraña. A falta de una melodía definida, el track está lleno de gorjeos, chillidos y vibraciones electrónicas cubiertas por los acordes de una guitarra suave y lo que parecen golpeteos aleatorios de batería. UA le añade su propio sonido en forma de canto displicente y voluble. Tokimeki no gustará a todo el mundo, pero no deja mal sabor de boca.
Con un sonido que va desde la relajada música de salón a la producción de vanguardia, UA demuestra que no tiene miedo a intentar lo que haga falta. Aunque ATTA es un poco estrambótico y cuesta pillarle el ritmo al principio, cuantas más veces lo escuchéis más cariño le cogeréis. Nos da un respiro, inusual pero encantador, del típico pop-rock establecido.
